La Prisa y La Palabra

La escritura de La Prisa y La Palabra

La escritura de La Prisa y La Palabra comienza en el año 2007 con la intención de construir una estructura literaria en un espacio breve con historias de ficción, tomando como principio el comportamiento de los otros y la constante de un narrador implícito que nos acompaña durante todo lo que sucede, bien como mero observador contemplando los hechos desde la distancia siendo parte o protagonista de lo que se cuenta de forma omnisciente.

Es el propio narrador el que inventa el mundo que nos rodea con los argumentos que se le presentan en la relación con los demás.

A lo largo de estos años de escritura la intención ha sido que el lector pueda ver en lo que se cuenta la relación de una historia más o menos compleja contada en unas pocas palabras. Ha sido uno de los objetivos y a este respecto, en las impresiones de los lectores, ha sido un hecho tangible.

En la Prisa y La Palabra

Se desarrolla la escritura creativa de diversas formas, entre ellas el Storytelling que es descrito como un arte: el genio y la aptitud de narrar historias.

Al mismo tiempo ha publicado cuentos en distintos medios, recopilaciones, poemas, introducciones, prólogos, reseñas y crítica de varias obras y autores.

Actualmente publicado en AMAZON dos libros de microrrelatos, cuentos cortos y Storytelling titulados «Ayer qué amé tus rodillas…» y » Las primeras mariposas», primero y segundo título de una serie de relatos cortos que pertenecen a La Prisa y La Palabra.

Escritura creativa

Narrativa cotidiana. Narración personalizada. Escribo a la medida de tus necesidades y puedo crear historias para ti, tu ambito personal o tu empresa.

El blog original

¿Ficción literaria. Relato breve. Cuento corto. Microcuento?

La Prisa y La Palabra nació con la intención de ejercitarme en la técnica de la escritura, formación que en los años noventa y durante tres años recibí en la Escuela de Letras de Madrid de la mano de Alejandro Gándara, Constantino Bértolo, José María Guelbenzu, Juan Luis Conde y Juan José Millás, entre otros escritores y profesores de reconocido renombre, a los que profeso un gran respeto y cariño.

“Decía Harold Bloom, que la invención literaria es alteridad, y por eso alívia la soledad. Que leemos no sólo porque nos es imposible conocer a toda la gente que quisiéramos, sino porque la amistad es vulnerable y puede menguar y desaparecer, vencida por el espacio, el tiempo, la falta de comprensión y todas las aflicciones de la vida familiar y pasional.”

Algunos de los lectores de La prisa y la palabra han dicho cosas como las que a continuación expongo:

“A veces un trecho de “no sucede nada” logra que se abra un universo de “todo puede suceder”.”

“…en mi sucede algo especial al leerte, no espero que el relato termine porque el final no importa, el disfrute se va dando en el mientras tanto de la lectura. Entonces al llegar al punto final no hay alivio ni conclusión, hay ganas de más.”

 “Pintaste un momento y lo dejaste impreso en el tiempo. Así lo sentí yo. Es un instante donde se dice todo con escasas y precisas palabras. Son esas voces que dicen todo y apenas hablan.”

La realidad es lo que se puede describir con el lenguaje, es un lenguaje descriptivo, no la realidad en sí. Por eso “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” Ludwig Wittgenstein

«Uno nunca sabe quién es. Son los demás los que le dicen a uno quién y qué es ¿no? Y como esto uno lo oye millones de veces en su vida, por poco que ésta sea larga, acaba por no saber en absoluto quién es. Todos dicen algo distinto. Incluso uno mismo está siempre cambiando de parecer.» Thomas Bernhard

Ayer que amé tus rodillas…: La Prisa y La Palabra

En el 2014 Dan Dennett, respetado filósofo estadounidense, analizó las repercusiones de una caída total de la Red en el mundo digital y dijo: “Internet se vendrá abajo y viviremos oleadas de pánico”. Me apunté al pánico y pensé algún día tendré que publicar en un libro las cosas que escribo en La Prisa y La Palabra o con el apagón digital lo perderé todo, y aquí está. Este es el primero de unos cuantos libros que publicaré con lo escrito durante estos años, voy escribiendo y escribiré. Dentro hay historias que me habéis dado, momentos que he vivido con muchos de vosotros, nada es del todo real, siempre fue una interpretación de algo que os ocurrió, o que me ocurrió a mí con vosotros.

GRACIAS a todos los que me disteis motivos.

AYER QUE AMÉ TUS RODILLAS…

A la gente casi le interesaba más la frase que encabezaba este cuaderno que este cuaderno, así que la quité. Me hubiera gustado poner algo como estas cosas que decía Bukowski: «No sé lo que le pasará a otra gente pero yo cuando me agacho a ponerme los zapatos por la mañana pienso: Ah Dios mío ¿y ahora qué?» «A veces miro mis manos y me doy cuenta que podría haber sido un gran pianista o algo así. Pero, ¿Qué han hecho mis manos? Rascarme las pelotas, firmar cheques, atar zapatos, tirar de la cadena de los inodoros, etc., etc. He desaprovechado mis manos. Y mi mente.» «Casi siempre lo mejor de la vida consiste en no hacer nada en absoluto, en pasar el tiempo reflexionando, rumiando todo ello. Quiero decir, pongamos que alguien comprende que todo es un absurdo, entonces no puede ser tan absurdo porque uno es consciente de que es un absurdo y la consciencia de ello es lo que le otorga sentido ¿Me entienden? Es un pesimismo optimista».
Ayerque amé tus rodillas… es una reunión de microrrelatos sobre historias humanas que en ocasiones parten de una escena realista y determinante en la vida de sus personajes.
Escenas vividas en momentos irrepetibles. Cuentos breves que fueron sacados de la vida de sus personajes donde se mezcla la narración realista y la lírica. Encuentros, reencuentros, pérdida, frustración y fracaso. Amor y desamor, amistad, compañerismo, soledad y desdicha, adversidad y desamparo.

Ayer que amé tus rodillas es el primero de una serie de libros de microrrelatos que pertenecen a La Prisa y La Palabra.


“La condición humana es un término que abarca la totalidad de la experiencia de los seres humanos y de vivir vidas humanas. Como entidades mortales, hay una serie de acontecimientos biológicamente determinados que son comunes a la mayoría de las vidas humanas, y la manera en que reaccionan los seres humanos o hacen frente a estos acontecimientos constituye la condición humana.”


¿Qué nos hechiza y nos alimenta el alma?


¿Saber que nuestro anhelo, nuestra ansia, nuestra obstinación por atajar al destino sigue viva, legítima, instalada en el libre albedrío?
¿O saber que nos levantaremos siempre, aunque el pensamiento esté baldío por la resaca insoportable, con la premura de que lo provechoso y lo aprovechable no siempre es lo mismo que lo conveniente?
¿O para promulgar la utopía misma de que no hay miedo, dificultad ni tropiezo?
He decidido detenerme otro instante, y enmudecer, y ya no pensar…
He de introducirme en el mundo apócrifo.